VICTORIA VIENE A CENAR, Teatro Luchana

Hoy en día existen muchas formas de reconocer a una persona necia, pero algunas resultan inconfundibles. Entre ellas, creerse superior por el color de la piel o por el sexo. Pensar que alguien vale más solo por ser hombre y blanco es, sin duda, una de las necedades más comunes y persistentes el tiempo.

España, lastrada por siglos de atraso social y político, arrastraba hace apenas cien años fuertes prejuicios en ambos sentidos, presentes tanto en la clase política como en buena parte de la sociedad.

El 30 de septiembre de 1931 comenzó en el Congreso el debate sobre el reconocimiento del derecho al voto para las mujeres. En aquel momento solo tres diputadas formaban parte del parlamento, y dos de ellas, republicanas de izquierdas, mantuvieron posiciones radicalmente opuestas acerca de cuándo debía concederse ese derecho.

Victoria Kent defendía posponer el sufragio femenino, argumentando:

“Creo que el voto femenino debe aplazarse. Creo que no es el momento de otorgarlo a la mujer española.”

Clara Campoamor, mientras tanto, sostenía con firmeza:

“Precisamente porque la República me importa tanto, entiendo que sería un gravísimo error político apartar a la mujer del derecho de voto en estos momentos.”

La obra de teatro Victoria viene a cenar, de algo más de una hora de duración y actualmente en cartel en los Teatros Luchana (Madrid), imagina un diálogo entre ambas mujeres décadas después de terminada la Guerra Civil. Un encuentro profundamente revelador sobre sus ideas, sus contradicciones y su legado.

Recomendable tanto para quienes ya conocen la historia de estas dos figuras esenciales como para quienes se acercan a ellas por primera vez.

F.Pérez

26/10/2025


LA SERRERÍA BELGA

El origen de la Serrería Belga de Madrid se remonta a 1840, cuando la Sociedad Belga de Fincas Españolas —empresa fundada por un grupo de empresarios belgas— adquirió terrenos procedentes del Monasterio de Santa María de El Paular. Asimismo, la compañía compró en Madrid el solar del antiguo convento y Hospital de los Agonizantes, situado en las proximidades de la Puerta de Atocha.

La empresa puso en marcha una explotación forestal sostenible, basada en la entresaca de los pinos de mayor edad y tamaño. En 1876 adoptó el nombre de Sociedad Civil Belga de los Pinares del Paular y construyó una moderna serrería de vapor en Rascafría.

En la ciudad de Madrid, la sociedad instaló otra serrería a la que llegaban diariamente decenas de carros cargados de madera procedente de la sierra, impulsados por el creciente aumento de la demanda de madera destinada a vigas y trabajos de carpintería en los nuevos barrios de la ciudad, así como por el auge del sector de la ebanistería y la carpintería.

En la actualidad, el edificio alberga un Espacio Cultural situado en la calle Alameda nº 15 de Madrid, que recupera 690 m² anteriormente utilizados como oficinas, almacenes y zona de máquinas.

Hasta el 23 de noviembre de 2025, se puede visitar dos exposiciones destacadas:

  • Mil y un Quijotes. De El Paular al Castillo de Peralada, una muestra que reúne más de 300 piezas de gran valor artístico, algunas inéditas, entre ellas primeras ediciones del siglo XVII en adelante pertenecientes a la colección cervantina del Museo del Castillo de Peralada, en Gerona.
  • Los cafés literarios de Madrid. El Café de Pombo, que propone un viaje a la edad dorada de los cafés madrileños, espacios que entre los siglos XVIII y XX se convirtieron en auténticos foros de pensamiento, creación y sociabilidad. La exposición recrea el ambiente de la tertulia literaria del Café de Pombo, uno de los más célebres de la capital.

F.Pérez

22/10/2025

Mil y un Quijotes

El Café de Pombo


Leica: Un Siglo de Fotografía

Madrid celebra estos días los 100 años de la creación de la primera cámara de la marca, con una exposición,“Leica. Un siglo de fotografía”, un homenaje a una de las marcas más icónicas y prestigiosas en el mundo de la fotografía.

La reputación de Leica, en mi opinión, está más que justificada. Hablo desde la experiencia: mis primeros pasos en la fotografía profesional los di con algunos de sus modelos legendarios en mis manos.

En los últimos años de la década de los 70, las cámaras Leica ya eran una rareza entre los fotógrafos de reportaje. Las marcas japonesas, como Nikon, Canon y Pentax y otras, dominaban el mercado con cámaras réflex más ligeras, fáciles de manejar y dotadas de automatismos. Sin embargo, había algo que ninguna de ellas podía igualar: la incomparable calidad óptica de Leitz.

Por esta razón, algunos fotógrafos como Frías de la Osa, (quien en aquellos años tenía entre otros espacios de trabajo, la cobertura exclusiva de los congresos que tenían lugar en el Palacio de Congresos de Madrid), seguían siendo fieles a Leica. Lo mismo ocurría con el  grupo de jóvenes que trabajábamos bajo su dirección en su pequeña empresa.

Usábamos modelos como la Leica M3 , M4 y M5, que Frías solía adquirir de segunda mano. Estas cámaras, prácticamente nuevas, provenían de aficionados que, por diversas razones, decidían venderlas. El resultado de trabajar con ellas era simplemente impecable: negativos de altísima calidad, perfectos  para ampliaciones en papel de 18x24, tanto en blanco y negro como en color.

Años después, dejamos de utilizarlas cuando nos unimos a una empresa más grande, AULOCOLOR. Esta compañía, que reunía a decenas de fotógrafos, ofrecía servicios de reportajes de alta calidad en hoteles, empresas, parroquias, fincas y otros lugares donde se celebraban eventos como fiestas, conferencias, presentaciones, convenciones e inauguraciones, tanto dentro como fuera de la Comunidad de Madrid. Allí trabajábamos casi exclusivamente con cámaras de medio formato como las Rolleiflex y Hasselblad, que ofrecían la posibilidad de mayores y mejores ampliaciones en papel.

Con el paso del tiempo, el prestigio de Leica no ha hecho más que crecer. Sus modelos clásicos se han convertido en auténticas piezas de colección, mientras que sus cámaras actuales son una maravilla de la ingeniería fotográfica. Eso sí, sus precios las colocan fuera del alcance de la mayoría de los fotógrafos.

F.Pérez

27/09/2025

Leica M4 + Summicron

He visitado recientemente la exposición Leica, un siglo de fotografía y, tal como esperaba, se trata de una magnífica muestra de imágenes realizadas con cámaras de la marca por prestigiosos fotógrafos que, en algún momento de sus carreras, decidieron trabajar con alguno de sus icónicos modelos.

Las cámaras Leica, siempre fiables, se han distinguido de otras por la calidad de su óptica, su construcción robusta y un diseño inconfundible que las hace únicas en el mercado.

En la exposición se pueden ver más de 170 fotografías de distintas épocas, que abarcan un siglo de historia. Se percibe claramente que han sido hechas por profesionales capaces de obtener el máximo rendimiento de las cámaras que utilizan.

En lo que a mí respecta, la parte más interesante de la muestra es la dedicada a las primeras cámaras. Estos modelos carecían de los automatismos actuales, por lo que el resultado dependía enteramente de los conocimientos y la pericia del fotógrafo. Por otro lado, las cámaras M3 y M4 tienen para mí una connotación emocional especial, pues con ellas tuve la fortuna de iniciar mi larga carrera profesional.

F.Pérez

06/11/2025


Gaza a través de sus ojos

Probablemente, debido a mi formación profesional, me resulta más sencillo comprender el lenguaje fotográfico que otros lenguajes visuales.

He visitado la exposición temporal que se celebra del 23 de septiembre al 19 de octubre de 2025 en el Museo Thyssen-Bornemisza, en Madrid. La muestra reúne treinta fotografías de gran calidad, expuestas en el vestíbulo central que da acceso a la extraordinaria colección permanente del museo. La primera reflexión que surge es el contraste entre las modestas ampliaciones fotográficas, alineadas a lo largo de una extensa pared, y la opulencia de los grandes cuadros que cuelgan en la pared opuesta, donde se exhiben los retratos de cuerpo entero de los reyes eméritos de España y del matrimonio Thyssen.

Lo que el visitante contempla al enfrentarse a cada una de esas fotografías es apocalíptico. Los fotógrafos han sabido captar momentos que difícilmente lograremos borrar de la memoria. A diferencia de los reportajes en video, estas imágenes nos invitan a detenernos en los gestos de desesperación de las personas retratadas. No entraré a valorar si lo que muestran constituye o no un genocidio. No lo hago, no porque ignore la respuesta, sino porque considero que mi opinión solo tiene relevancia para mi círculo más cercano.

Creo que la postura ante este tipo de acontecimientos es algo personal. Ante lo que tenemos delante, carece de interés para mí la opinión de políticos, periodistas, intelectuales u otros entrevistados habituales en los medios de comunicación.

Cualquier persona con un mínimo de sentido común y entrañas puede formarse un criterio propio, coincida o no con el de los llamados “formadores de opinión”.

Mi absoluta admiración para los fotógrafos que cubren estos escenarios de sufrimiento. Son hombres y mujeres que arriesgan la vida precisamente para acercarnos esas imágenes que nos permiten saber lo que ocurre, incluso cuando hay quienes prefieren que permanezca oculto.

Recomiendo visitar esta exposición. Eso sí, no la aconsejo a las personas especialmente sensibles: sufrirán.

La lucha por la supervivencia

Esta foto quedará grabada en mi memoria para siempre. Al verla, no puedo evitar pensar en otra niña de aproximadamente la misma edad, parte de mi familia, y a quien quiero profundamente. Esta niña seguramente es igualmente querida por su familia y duele verla en la obligación de ayudar a la supervivencia de los suyos más allá de sus fuerzas .

Me cuesta entender que pueda haber alguien que intente blanquear con eufemismos a quienes son, sin duda,  los auténticos responsables de tanto dolor.

Foto perteneciente a la exposición Gaza a través de sus ojos

F.Pérez

29/09/2025


JOSÉ MANUEL BELMONTE

ESCULTOR

El Parque del Retiro de Madrid es un lugar estupendo para pasear en cualquier momento del año, pero especialmente en esas tardes de finales de verano y principios de octubre, cuando empieza a anochecer y la temperatura aún es agradable. Ya no hay tanta gente, y quienes quedan no impiden disfrutar de un paseo tranquilo.

En el camino puedo notar la cara de decepción de algunos turistas al descubrir que el Palacio de Cristal está en obras. No podrán llevarse la foto de recuerdo posando junto al pequeño lago frente a su fachada principal. Como fotógrafo, lo lamento también por mis colegas y por las parejas de novios que no podrán hacerse allí las fotos de su boda.

En el paseo que bordea el estanque veo a muchas personas apuntando con sus teléfonos hacia la orilla opuesta. Cuando sigo la dirección de sus cámaras, entiendo la razón: una gran luna llena se alza sobre el monumento a Alfonso XII, componiendo una escena magnífica. El único inconveniente es que la otra orilla está algo lejos y hace falta usar el zoom; no todos los móviles lo permiten con buena calidad. Les deseo suerte con la foto.

Sigo deambulando sin rumbo fijo y me encuentro frente al edificio de la Casa de Vacas. Siempre que paso por allí, me acerco a la puerta para comprobar si hay alguna exposición en ese momento. En efecto, la hay: una muestra de un escultor al que no conocía. Entro y quedo gratamente sorprendido; me encanta.

El escultor se llama José Manuel Belmonte, es cordobés y celebra sus cuarenta años de trayectoria con esta exposición. Belmonte es uno de los escultores figurativos más destacados y premiados del panorama español. La muestra reúne más de sesenta obras, entre ellas unas cuarenta esculturas de bulto redondo y unos veinte relieves aproximadamente.

Estoy seguro de que también sorprenderá y gustará a cualquier visitante que aún no conozca la obra de este artista.

F.Pérez

06/10/2025

Exposición FORMA Y FONDO, Casa de Vacas, Madrid


EL PAPIRO DE EZEQUIEL

El majestuoso edificio de estilo neoclásico, construido en la segunda mitad del siglo XIX en el Paseo de Recoletos de Madrid, acoge dos importantes instituciones culturales. Por un lado, alberga la Biblioteca Nacional, y por el otro, en la calle Serrano, se encuentra el Museo Arqueológico Nacional.

Subiendo las escaleras de la fachada principal de la biblioteca podemos acceder al amplio vestíbulo que conecta con las diferentes salas de lectura y consulta de la biblioteca, ademas y hasta el 1 de noviembre de 2025, se puede visitar una exposición única que exhibe el Papiro de Ezequiel, considerado el documento más antiguo de la colección del museo. Este valioso manuscrito, probablemente fechado en el siglo III d. C., consiste en diez hojas de papiro escritas por ambas caras. Se trata de un códice excepcionalmente conservado que incluye una parte de la traducción griega de la Biblia.

El Papiro de Ezequiel fue descubierto a principios del siglo XX en Egipto. Originalmente, el manuscrito contaba con 236 páginas que contenían los textos bíblicos de Ezequiel, Daniel y Ester, todos en versión griega. Hallado en la necrópolis de Mir (Egipto), el papiro fue posteriormente fragmentado y vendido en el mercado de antigüedades, lo que resultó en su dispersión por diversas colecciones internacionales.

Esta extraordinaria exposición representa una oportunidad única para descubrir el Papiro de Ezequiel y explorar la fascinante historia de este tesoro documental, desde su hallazgo en Egipto hasta su llegada a la Biblioteca Nacional de España.

F.Pérez

11/10/2025


NOVELA NEGRA

Bernie Gunther es un fascinante personaje creado por el escritor escocés Philip Kerr. Como seguidor del género no puedo dejar de recomendar sus novelas, ambientadas en la Alemania del auge y declive del nazismo.

En 1922, Bernie se une a la KRIPO, la policía criminal de Berlín.

Once años después, agobiado por los conflictos internos provocados por los nazis en su departamento, decide aceptar un puesto como detective en el prestigioso Gran Hotel Adlon de Berlín.

A lo largo de la Segunda Guerra Mundial, su vida toma giros inesperados: desde su presencia en el frente ruso hasta su retorno a la policía criminal.

Al final de la guerra, es hecho prisionero por los soviéticos, pero logra escapar. De regreso a Berlín, retoma su carrera como detective privado.

Después de la guerra, su historia le lleva a Argentina, Cuba y la Costa Azul, etc... donde continúa enfrentándose a nuevas aventuras y desafíos.

Bernie Gunther me recuerda a los icónicos detectives de la novela negra estadounidense, como los creados por Dashiell Hammett y Raymond Chandler, (Sam Spade y Philip Marlowe). Es un personaje mordaz, con un lenguaje duro y cínico,  con un ácido sentido del humor. Fuma y bebe más de lo que debería, pero es valiente, tiene principios, y sobre todo, deja una marca imborrable en quienes leemos sus novelas.

Violetas de marzo

Pálido criminal

Réquiem alemán

Unos por otros

Una llama misteriosa

Si los muertos no resucitan

Gris de Campaña

Praga mortal

Un hombre sin aliento

La dama de Zagreb

El otro lado del silencio

Azul de Prusia

Laberinto griego

Metropolis.

Philip Kerr, falleció en marzo de 2018 y con el se fue para siempre este inolvidable personaje que tantas horas de amena lectura nos ha proporcionado a sus seguidores.

F.Pérez

01/10/2025

      Trilogía «Berlin Noir»